Pruebas de laboratorio

Las pruebas de laboratorio se llevan a cabo para verificar el cumplimiento de las características reales de los productos, con los requisitos reglamentarios, así como las características declaradas de calidad y rendimiento (material del producto, toxicidad, potencia, fuerza de elevación, etc.).

Entre los requisitos normativos que se verifican mediante las pruebas de laboratorio, se encuentran las normas y regulaciones como: CPSIA, REACH, RoHS, EMC, EPI y otros. Estas pruebas de laboratorio son la única forma de garantizar que los productos que se adquieren tengan la calidad requerida y cumplan todos los requisitos necesarios.

La realización de pruebas de laboratorio excluye por completo la posibilidad de que los productos o mercancías difieran de las características declaradas y, por tanto, proporcionan garantía y seguridad de que el producto recibido cumplirá plenamente con las expectativas del cliente.  Además, la discrepancia entre las características reales de la mercancía y las declaradas en la documentación de envío puede causar graves problemas durante el despacho aduanero de la carga. Cabe señalar que los costes asociados a una declaración inexacta, identificada durante el proceso de inspección del contenedor (almacenamiento, nueva presentación de la declaración, etc.) pueden llegar a miles de euros, lo que supone muchas veces más caro que el coste de las pruebas de laboratorio en sí.

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